El diseño arquitectónico se basa en un cubo blanco minimalista, apoyado sobre muros de escolleras que permiten aterrazar la parcela. Todas las estancias se abren a terrazas y porches que protegen del soleamiento, y en el salón los ventanales se ocultan en las paredes para dar continuidad del interior con el exterior. Gracias a un patio interior central se logra tener luz natural en toda la casa y conseguir ventilaciones cruzadas que refrescan las estancias sin necesidad de consumo energético. Planteado con construcción tradicional de ladrillo, se reforzaron con dobles aislamientos y cámaras de aire todo la edificación, lo que unido a la instalaciones de paneles fotovoltaicos ocultos en cubierta, y un sistema de baterías, se consigue la máxima calificación energética y reducir las emisiones de CO2 de esta vivienda.
Texto: Living Kits

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